Por qué No Copio (Juan Diego Mejía)

juandiegoTal vez me va a doler cuando la bala entre en mi cuerpo. No sé cuánto durará ese momento en que el proyectil hecho fuego traspase una a una las capas de mi piel, se sumerja en la telaraña de tejidos y se anide en algún lugar. Allí esperará a que la sangre deje de correr y que los músculos se aquieten para siempre. Tal vez no voy a sentir nada. No lo sé, pero cada vez que leo sobre muertos por bala cierro los ojos y pienso en la que quizás algún día perforará mi vida.

Es el miedo a la muerte, al dolor, a lo desconocido. Un cuerpo sin vida no es el cuerpo de otro. Es en alguna forma el propio. Negarlo es una manera ingenua de seguir vivo.

No sé si lo que me dolerá sea la bala cuando entre en mi cuerpo o el silencio de la gente que me verá morir a sus pies y después seguirá con sus ocupaciones.

Presto mi voz a los muertos que no pueden hacerlo para decir cuánto añoran la vida, cuánto se va con ellos al olvido, cuánto vale la voz de todos los que no creemos que morir asesinados sea un asunto más en los miles de asuntos del día.

Por eso ¡No copio!

Juan Diego Mejía